Thursday, July 11, 2013

Calma después de la tormenta

Luego de varias semanas con altos niveles de estrés por exposiciones, exámenes, ensayos y todas esas cosas que abacoran y componen la vida del universitario al fin he tomado un descanso.

Esta mañana tuve mi último examen de la semana, Inglés II.

Al salir del examen me encontré desconcertada ya que no sabía que estudiar. Me sentí en la necesidad de estudiar algo, tenía que hacerlo, ya no sé vivir sin libros. Por ende fui a la biblioteca y busqué un libro de química (todavía me queda esa materia y Física dique para la Vida, porque me han dado la de ingenieros) me estudié la nomenclatura.  Llene esa necesidad de estudio que solicitaban mis venas.

Haciendo un recuento  y un resumen de lo que han sido estas últimas semanas de locura les tengo noticias; salí del BioINTEC y acabé Biología II.

Luego de las 4 o 5 semanas de ensayos, boches, piques y hasta lágrimas (de algunos compañeros) expusimos el viernes 5 de julio de 2013. Puedo decir que ese día se sintió como una graduación.  Hasta ahora ha sido la experiencia más hermosa y estresante de mi vida, pero no cambiaría ni un solo minuto de ella, fue realmente espectacular. Después de eso el único estrés que me quedaba era Biología II, teoría y laboratorio.

Estaba consciente de que mi examen final de teoría venía desde el cuarto hasta el último tema así que más me valía pelarme las pestañas estudiando si no quería darme la quemada del siglo.  En cuanto al laboratorio, si debía estudiar mucho para teoría para laboratorio debía estudiar doble y hasta triple más.

Estuve esa semana estudia que te estudia para los 2 finales de biología. El día antes de mi examen fui sorprendida con la noticia de que una tormenta pasaría por el país así que preparé mi lamparita de baterías por aquello de que se fuera la luz. Estudie y estudie muchísimo ese día también.

Ayer en la mañana cuando desperté, con el nivel de estrés en 1852%, ese que nos da antes de los exámenes, y la lluvia a todo dar afuera, me asuste muchísimo pensando en que después de tanto estudio cancelaran el examen. Aun así me preparé rápidamente para ir a tomar mi examen. Cuando llego al curso veo a todos mis compañeros medio mojados y con sus caras de preocupación. Gracias a Dios y a la terquedad de mi universidad las clases no se cancelaron hasta la 1 p.m. así que me dieron el examen. Un hermoso examen de 6 páginas de las cuales creo que tengo 4 y media bien pero ¿Qué más da?

Al salir del examen me sentía un poco menos tensa, solo un poco ya que tenía el examen de laboratorio en menos de hora y  media. Mi estrés disminuyo de 1852% como a un 875%.
Si el examen de teoría lo había encontrado complicadito el de laboratorio los des complicó en el acto. Tenía 25 ejercicios, pero el ejercicio # 21 tenía 21 patógenos que había que aparearlos como con 45 enfermedades que estaban a la derecha. *Tono sarcástico*  ¿Querías medicina? ¡TOMA MEDICINA! Lo más “bello” es que ese ejercicio valía 2 de los 6 puntos del examen, oh si…

Al terminar el examen  compartimos cupcakes, hicimos chistes de los laboratorios y hablamos babosadas entre todos. Mis niveles de estrés ya se encontraban en -5%. Solo me quedaba (y queda) la preocupación de pasar el laboratorio.

Al salir de ese examen y luego de almorzar hice algo que no hacía en meses, hibernar. Hiberne hasta que ya no pude más.


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