Se acerca el final. Cada vez está más cerca y cada
parte de mi ser lo sabe y se alegra. Luego de una devastadora novena y una décima
que ha comenzado muy cargada, busco la manera de canalizar las corrientes del estrés
que se asoma por los rincones de mi ser.
Para distraer un poco mi cerebro y alejarlo de la
tristeza de la R de rrrrrretirada, de la materia asesina de la semana pasada, describiré algo que he encontrado muy curioso de mi universidad.
Desde mi primer trimestre en el campus, he sido
sorprendida en repetidas ocasiones por distintas personas del estudiantado que
han tenido fracturas, lesiones y operaciones en un pie o pierna.
Hablando así como los locos y buscando una causa,
motivo y/o razón para que esto suceda tan frecuentemente, he encontrado que los
intecianos afectados por la rotura, lesión y/o operación han sido atrapados
bajo…
He encontrado muy curioso el hecho de que cada
trimestre uno o dos estudiantes han padecido debido a una pierna o pie
lesionado. Entre los raros hallazgos caracteristicos del misterio podemos
encontrar…
- · Usualmente es un estudiante femenino y otro masculino.
- · Es muy probable que la lesión de la pierna sea en extremidades opuestas, dígase uno con lesión en la izquierda y otro en la derecha.
- · Siempre suceden los accidentes de la manera más inesperada e impensable.
El origen de tal misterio se puede encontrar en la traducción
de la famosa frase estadounidense: “break a leg!”, utilizada normalmente en el
teatro para dar buenos deseos y/o ánimos a quien suba al escenario a presentar
y que traducida literalmente al español significa: “¡rómpete una pierna!”.
Así que veamos este ejemplo.
Una inteciana se levanta con todos sus aires de pavo
real (característico de nosotros, no es por mal, solo una bella cualidad que
nos distingue) motivada para ir a un nuevo día de clase. Es la segunda o tercera semana de clases, próxima
a los primeros parciales. La inteciana está feliz, acaba de salir de una clase
que comenzaba a las 8 de la mañana. Había salido con prisa de casa así que no
tuvo tiempo de desayunar. Tiene un poco de tiempo libre así que va junto con su
mejor amigo a la famosa panadería de la esquina a comerse un riquísimo pancito
con queso para saciar su barriga. Come, disfruta su alimento y mientras lo
hace, calcula el tiempo que tiene libre antes de su próxima clase. Cuando
deciden marcharse, salen por una puerta de la panadería por la cual no están acostumbrados
a salir. ¿Qué sucede? La inteciana se vira el tobillo, cae sobre su pie y se
lesiona el tendón que va desde el mismo tobillo hasta la unión con los dedos
del pie. ¿Cómo rayos? ¡¡¡PORQUE MEDIO PISÓ UN ESCALÓN INVISIBLEEEEEEE!!! -.-
Si, esa es la historia de cómo el misterio de la pata
rota me arropó con su oscura tristeza…Durante el mismo trimestre, otra
compañera fue afectada por el mismo misterio y de una manera menos sutil… a
ella la arrastró un motor asesino o.o
Se los digo, hay un misterio que se encuentra
escondido entre los pasillos del campus que ocasiona que el estudiantado sufra
de lesiones insólitas e inesperadas (las achicharradas de los parciales de la
novena no cuentan, esas lesiones son de esperarse en algunas ocasiones).
Pero ya, enough baba for today, este cuerpo caribeño, quemado por la excesiva exposición al sol abrasador de los parciales de la novena, ha de retirarse a sus aposentos, para disfrutar del elixir que propicia buena cordura, el sueño.
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