Tuesday, December 10, 2013

Competencia de Investigación

Hace varios meses anuncié mi participación en la competencia de investigación de mi universidad e iba contando más o menos en que se encontraba la investigación y en qué punto de ella me encontraba.
Sucede que este personaje del cual leen cada semana que publica alguna cosa de su caóticamente hermosa vida universitaria, llevaba 2 semanas en nervios y tensión luego de recibir la llamada de invitación al evento en el cual descubriría si había ganado o no. Para sumarle a mi tensión, me llaman de nuevo de la oficina coordinadora de la actividad a preguntar mi matrícula de estudiante ya que la necesitaban para “la creación de los certificados de participación”.

El día de hoy me mantuve en tensión y nervios pero con la llamada del día anterior se habían ido todas mis esperanzas de ganar, ya que pensaba que solo recibiría un certificado de participación.

 Hoy a las 4:30 p.m. en el Auditorio de la universidad comenzó el acto de premiación de la Competencia de Investigación de Estudiantes de Grado de la universidad de la cual formo parte. El acto de premiación contó con las palabras del Rector y una emotiva presentación por parte del Dr. Rodríguez acerca de la importancia de la realización de trabajos investigativos desde la juventud.

Acto seguido, prosiguieron a entregar los certificados de participación, lo cual pensaba que sería mi único premio tras la realización de la investigación. Debo decir que no le dije a ninguna de mis amistades ni familiares acerca de la premiación de hoy (solo algunos lo sabían ya que además de amigos míos son empleados de la universidad) pero me encontré con un grupo de amistades de algunas materias que he dado y estoy dando. Cuando llamaron mi nombre para recibir el certificado de participación me apoyaron con sus aplausos y gritos de emoción. Aun si me hubiese ganado solo el certificado me hubiese sentido feliz con todo el apoyo que recibí de ellos.

Llegó el momento de la premiación. Como es típico de los momentos de premiación comienzan a nombrar los ganadores del último al primer lugar. Mi rango de posibilidades de éxito se encontraba oscilando en el segundo lugar, cuando nombran al ganador del segundo lugar perdí todas las esperanzas.

Para mi sorpresa y para sorpresa de todos aquellos que me estaban apoyando la investigación que nombraron como ganadora fue… ¡LA MÍA! (Y la de: Mayra L. Castro Morales, José M. Reyes Medina y Darline Renelus) Cuando mencionaron mi nombre no lo podía creer. Me llevé las manos a la boca y abrí mis ojos del grande del fondo de dos botellones de agua. Caminé por impulso hacia adelante aun cubriéndome el rostro mientras me temblaban las manos, los dedos y los pies. La emoción y la alegría que sentí son casi indescriptibles, pero el sentimiento de satisfacción y de que el esfuerzo si valió la pena le sobrepasa. Me dijeron que dijese algunas palabras y creo que lo único que logré articular fue: “Gracias, gracias, gracias”.

Así que mis queridos lectores, el esfuerzo sobre esfuerzo valió la pena y esta es la historia de cómo me enteré de que gané la competencia. Este logro es una prueba más de que si se puede. Ahora con más gusto y ganas a continuar superando los retos de la carrera.